sábado, 1 de diciembre de 2018

Colección Grandes Maestros - Nº 224 - Vadim Zvjaginsev

Vadim Zvjaginsev
18 de agosto de 1976
Moscú, Rusia

Entrevista con Vadim Zvjaginsev

¡Hola Vadim, bienvenido a Barcelona! ¿Podrías describirnos tu preparación para el magistral? ¿Utilizas algún programa de análisis? Muchas gracias, me he sentido muy a gusto en Barcelona. En cuanto a la preparación, casi no me preparé con el ordenador para las partidas, por eso mismo he jugado líneas no muy principales

¿Qué podrías decir de tus partidas? ¿Estás contento de la calidad de las mismas? Han estado bien. Contenían bastantes conceptos y sin errores graves, pero tampoco nada del otro mundo.

¿Y cuál fue la major partida? ¿Y cuál la peor?
Tal vez la más interesante fue la de las tablas con Naiditsch, pues la jugué a momentos. En algunos momentos como la major y algunos como la peor. (Se ríe.)

¿Habías estado antes alguna vez en Barcelona? ¿Has tenido tiempo para ver algo durante el torneo? Sí, había estado, pero solo un día. Fue en verano de 1996 con Mark Dvoretsky. Entonces el Sr. Miguel Sánchez, muy amablemente, nos enseño la ciudad y la arquitectura de Gaudí en primer lugar.

Cómo fueron tus comienzos en el mundo del ajedrez? ¿Quién fue tu primer entrenador? Y, al mismo tiempo, no puedo evitar preguntarte también sobre Mark Dvoretsky. ¿Cómo era? ¿Cuál de sus características recordarás siempre? Mi primer entrenador, en este caso entrenadora, fue Elena Alexandrovna Basmanova. Fue en el Palacio de los Pioneros de Moscú.
En cuanto a Mark Israilyevich: ¡hay tantas cosas! Él siempre llamaba a las cosas por su nombre. Y en esto ante nada ni con nadie cedía. Era un hombre de principios.

¿Ahora entrenas con alguien?
No, ahora no tengo entrenador.

Los ajedrecistas viajamos mucho y muchas veces a distancias muy largas. ¿Cuáles son tus secretos para combatir el jet–lag? Muchos ajedrecistas, en los cuales me incluyo, somos “búhos” por naturaleza. Quizás este estilo de vida, a pesar de no ser muy “recomendable”, mejora nuestra situación con el “jet – lag”.

¿Qué se debería hacer para popularizar más el ajedrez y atraer a más patrocinadores? En general, a nivel mundial el interés hacia el ajedrez está en aumento; sin embargo, existe una cierta crisis en el ajedrez masculino profesional, causada por la demasiada preparación computerizada y, por consiguiente, la disminución del espectáculo y entretenimiento. No obstante, esto se extiende mucho menos sobre los torneos de equipos, así que éstos deberían ser un objeto de interés para patrocinadores.

¿Qué opinas del “fenómeno de las tablas rápidas”? ¿Qué sugerirías para evitarlas? Hoy en día, en la mayoría de los torneos principales están prohibido los acuerdos de tablas rápidas. Aún queda lo de la repetición de jugadas, en este caso se podría dar a las blancas ¼, y a las negras ¾ puntos, siguiendo el espíritu de algunos torneos de los principios del siglo 20. Creo que, en este caso, las repeticiones ocurrirían mucho menos, pues las blancas intentarían evitarlo.

En cuanto a las trampas, ¿se están convirtiendo en un problema muy serio?
Las trampas son, a corto plazo, uno de los mayores problemas en el ajedrez. Pero también pienso, que no está muy lejos la aparición de las propias tecnologías que impedirían o dificultarían significativamente las trampas.

¿Qué opinas sobre el circuito por el Campeonato del Mundo y de los duelos?
Creo que el Campeonato del Mundo por sistema eliminatorio es la mejor fórmula. Sería posible, por ejemplo, un formato de 16 participantes con duelos a cuatro partidas clásicas, como mínimo, para reducir el impacto sobre el resultado de las rápidas y de ajedrez relámpago.

Por último: ¿cuál sería tu consejo para auqellos jóvenes que estén empezando y quieran llegar a ser buenos jugadores? Estudiar a los clásicos y el manual de finales de Mark Dvoretsky.

¿Cuáles son tus planes de cara al futuro?
Ahora jugaré en el Campeonato de Europa de clubes en Novi Sad.

¡Muchas gracias, Vadim! ¡Y muchísima suerte con todo!
¡Ha sido un placer!


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