COLABORACIÓN No. 549 “La Colección de Papá”- Sergio Coellar Mideros

 

 COLABORACIÓN No. 549 “La Colección de Papá”- Sergio Coellar Mideros

REGINA WENDER FISCHER

"Regina fue una influencia constante en la vida de Bobby, apoyándolo
en su pasión por el ajedrez y ayudándolo en alguno de los momentos más
duros de su vida. La relación entre Regina y sus hijos, así como su
influencia en su perfil psicológico, ha sido objeto de investigación
en el campo de la psicología, pese a que gran parte de su vida ha
permanecido en el anonimato."

En 2020 apelando a la Ley de Libertad de Información se
desclasificaron documentos que el Buró Federal de Investigaciones
(FBI) había compilado un expediente de 750 páginas, sobre el entorno
inmediato de Bobby Fischer.  Desde 1942 el FBI tenía vigilada a su
madre Regina Wender.
En Estados Unidos de América la paranoica caza de simpatizantes
comunistas y agentes soviéticos se extendió a una librería por
décadas.   La librería Four Continents de Geenwich Village-Nueva York,
fue vigilada por el FBI entre 1920 y 1970. Eran unos almacenes de
libros, grabaciones musicales y publicaciones en ruso, además de
regalos hechos a mano como matrioshkas.  El FBI llevó a cabo una
investigación y vigilancia y confirmó tener 15 mil fotografías,
informes y documentos de quién entraba y salía; y que artículos
compraba para lograr identificar a simpatizantes comunistas y espías
soviéticos.
En 1950 cuando Bobby entraba a la librería, que tenía una pequeña pero
interesante colección de libros de ajedrez y los últimos ejemplares
del Shakhmatny, se prendían las alarmas entre los agentes para
identificar actividades antiestadounidenses.  Nada más le atraía que
el libro de Lipnitsky: "Cuestiones sobre teoría moderna en ajedrez"
que adquirió en 1956, igual que un ejemplar, en ruso, de la la escuela
soviética de ajedrez, en el que se declaraba que el ascenso del
ajedrez soviético era consecuencia del desarrollo de la cultura
socialista.



Agentes del FBI interrogaron, o al menos lo intentaron, a Regina y
ella enseñaba a su hijo cómo comportarse en caso de que también lo
hicieran con él.  Forró con cuero los libros rusos de ajedrez pata
impedir que se supiera lo que Bobby leía incluso en el metro, en sus
diarios recorridos, desde y hacia Brooklyn.  Lo que desconocía Regina
era que el FBI la tenía vigilada desde 1942 y tenían "pinchado" su
teléfono.

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