Me llamó la atención esta bonita partida
jugada por Tigran Petrosian en 1951, con 22 años, en una Semifinal del
Campeonato Soviético.
ANGEL JIMÉNEZ ARTEAGA
"En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a continuar la lucha con nuevos gritos de guerra y de victoria”. Che Guevara
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