Estimado profesor Matamoros:
¡Qué contento estoy de sentar "cátedra" informando de esta parte de la historia del aclamado juego-ciencia!.
Así
como el que no quiere la cosa ya llevo ¡325 crónicas! sobre las hazañas
de Lasker, Capablanca y Alekhine, cuando jugaron entre ellos.¡ Este
cronista no tiene prisa!. No corre, ni se estrella por ese absurdo
motivo en el ajedrez; como hace la F.I.D.E. (Federación Internacional de
Ajedrez) actual y todos los que "erróneamente" creen ser sus ínclitos
colaboradores (prensa especializada incluida).
Las
cositas, profesor, hay que hacerlas "despacito y con buena letra". Así,
sólo de este modo, todo resulta ser "sencillo", "cristalino" y
"transparente" y aquí el que corre (la F.I.D.E.)... paga luego por el
vaivén en donde, de forma desvariada, se mete.
¡El gran Alekhine!:
Un fuerte abrazo desde TENERIFE - ISLAS CANARIAS - ESPAÑA
Angel JIménez Arteaga