"En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a continuar la lucha con nuevos gritos de guerra y de victoria”. Che Guevara
lunes, 18 de marzo de 2024
La Foto del Recuerdo
Botvinnik y su familia
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Mikhail Botvinnik también era monógamo. En 1935, el estudioso Botvinnik, de 25 años, se casó con Gayane Anaova Davidovna, una bailarina del Teatro Mariinsky, formada en la Academia Vaganova de Ballet Ruso, a quien conoció a través de su padre, un instructor de matemáticas. Su hija, Olga, nació en 1942, durante la gran guerra. (2ª Guerra Mundial)
Su hija relata: En el verano de 1945, antes del famoso partido de radio URSS-EEUU, estábamos descansando en la dacha de nuestros amigos en Malakhovka. Tenía tres años y mi padre, como se puede ver en la foto, intentaba enseñarme algo sobre el ajedrez. No creo que me enseñara a jugar entonces: él mismo había aprendido a jugar a los doce años, y quizá por eso pensaba que introducir a un niño en el ajedrez a una edad temprana era un trauma innecesario para su sistema nervioso, sobre todo si el propio niño no mostraba ningún interés.
1 comentario:
Mikhail Botvinnik también era monógamo. En 1935, el estudioso Botvinnik, de 25 años, se casó con Gayane Anaova Davidovna, una bailarina del Teatro Mariinsky, formada en la Academia Vaganova de Ballet Ruso, a quien conoció a través de su padre, un instructor de matemáticas. Su hija, Olga, nació en 1942, durante la gran guerra. (2ª Guerra Mundial)
https://www.chess.com/blog/batgirl/who-would-marry-a-chess-master
Su hija relata:
En el verano de 1945, antes del famoso partido de radio URSS-EEUU, estábamos descansando en la dacha de nuestros amigos en Malakhovka. Tenía tres años y mi padre, como se puede ver en la foto, intentaba enseñarme algo sobre el ajedrez. No creo que me enseñara a jugar entonces: él mismo había aprendido a jugar a los doce años, y quizá por eso pensaba que introducir a un niño en el ajedrez a una edad temprana era un trauma innecesario para su sistema nervioso, sobre todo si el propio niño no mostraba ningún interés.
http://www.lacolecciondepapa.com/search?updated-max=2023-07-21T09:45:00-05:00&max-results=20&m=0
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