«Este es uno de
los primeros y, al mismo tiempo, más impresionantes ejemplos de la superioridad
de dos alfiles sobre dos caballos, o sobre caballo y alfil. Los alfiles de
Steinitz se hallan atrás, pero su presencia se hace sentir. Ejercen una
influencia a lo largo del tablero, sólo por estar ahí. Por otro lado, el
solitario alfil del oponente, confinado a casillas de un solo color, está
tristemente circunscrito mientras su caballo, luchando para poner un pie en el
centro, es desalojado por los peones adversarios y apartado del campo de
batalla.»
Irving
Chernev
Saludos,
LG
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