«Estrictamente
hablando este no es un juego de dos alfiles, aunque posee la mayoría de las
características atractivas de la lucha de dos alfiles contra dos caballos, o
caballo y alfil. Smyslov lo saca de esa categoría mediante el cambio de uno de
sus alfiles por un caballo. Por supuesto que él castiga al peón que eliminó el
alfil capturándolo diez jugadas más tarde. En el medio juego, el enjambre de
peones de Smyslov recorre el tablero como pequeñas hormigas negras, incomodando
al adversario, cuyas piezas no pueden encontrar lugar de descanso en ninguna
casilla central decente. En el final, el solitario alfil de Smyslov (uno es
todo lo que necesita, al parecer), viajando a lo largo de las casillas blancas,
extiende el terror entre los peones adversarios del flanco de dama, fijados
como están en escaques blancos. Todo el juego se desarrolla en el mejor estilo
de Smyslov, lo cual equivale a decir que se trata de un verdadero deleite.»
Irving
Chernev
Saludos,
LG
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