domingo, 8 de abril de 2018

Librero por herencia ajedrecista por vocación - Una recomendación de Albtico Morat




Librero por herencia ajedrecista por vocación

De profesión librero, de vocación ajedrecista, Pedro Lamas ha hecho del tablero blanco y negro un camino de realización personal y al mismo tiempo una forma de ayudar a otros.

En su casa de la calle Guayabos entre fotos familiares, diplomas y trofeos, recibió a aconteceres con la misma sonrisa espontánea con la que homenajea a cada ajedrecista, experimentado o novato, que llega al Club Trebejos, su segundo hogar.


Nacido en Minas y Cebollatí, pasó sus años entre los libros que vendía su padre, propietario de “El librero” en la feria. Estudió para ser Técnico Contable y así ayudarlo en su negocio.


Casi sin darse cuenta y “casi por obligación”, terminó a cargo de una librería que su progenitor le instaló en la ciudad de Minas, Lavalleja.

Allí comenzó escribiendo sobre ajedrez en un medio local, pasando a ser encargado de la sección deportiva.


Su acercamiento al ajedrez se dio también por influencia familiar, en su casa sus padres y dos hermanos jugaban “y siempre me ganaban”. Así que terminó jugando en el Círculo Universitario de Ajedrez, buscando cambiar esa realidad.

A tal punto logró su objetivo de mejorar, que salió dos veces campeón nacional y una vice, cuatro veces campeón nacional por equipo y campeón del interior. La pasión por el tablero se contagió también a su esposa e hijas, una de las cuales llegó a ser campeona nacional.


Ajedrez y libertad

Pedro comenzó a dictar clases de ajedrez cuando aún vivía en Minas, en la Casa de la Cultura.  Posteriormente y de vuelta en Montevideo, ha enseñado en escuelas, liceos, clubes e incluso durante cuatro años impartió la práctica del ajedrez en el Comcar.


Sobre su experiencia trabajando con personas privadas de libertad, afirma que fue muy buena. “El preso te acepta y te valora porque vos le das algo y no le pedís nada”, enfatiza.
 

“Allí hay personas de distinta clase, los que no tienen nada, los que trabajan y estudian, muchos tipos. Comencé a dar clase, pero también a realizar torneos. Nunca tuve un incidente, ningún problema, nunca una palabra subida de tono”.

Fueron muchas las anécdotas que recuerda, una de ellas muy divertida. 

“Estaban jugando un campeonato el módulo 6 contra el 5. Este último no era muy bueno, pero tenía un rumano que jugaba muy bien. Si ganaba la partida cambiaba todo el campeonato.
 

Todos estaban pendientes mirando la partida. En eso viene un policía y le dice al rumano que “está conducido”, eso significaba que lo deportaban. Se hizo el silencio, todos miraron la partida, que estaba ganada por el rumano, miraron al policía, miraron la salida y el policía no entendía que pasaba. Y el rumano se levantó y se fue, dejando la partida sin terminar y perdiendo su equipo.
 

Al rato vuelve el policía y me pregunta que había pasado, cuando le conté me dice “ah lo hubiera dejado un rato más”.


También episodios tristes, como cuando le regaló a un detenido un pequeño jueguito de ajedrez y él se puso a llorar. “El hombre no tenía familia, nunca le habían regalado nada”.


¿Pero qué aporta el ajedrez?
 
En primer lugar, concentración y cierta disciplina. En ajedrez si se comete un error se usa el tiempo no para justificar ese error, sino para reconocerlo, volver atrás y cambiar la jugada.
 

En esto no hay árbitros que griten penal, los errores los cometes vos, los aciertos también, la partida la ganás o la perdés vos.


En el ajedrez se ve creación, esfuerzo, es un deporte mental que te hace crear, apreciar el peligro que llega, tiene mucho de vida”.

Consultado sobre la realidad del ajedrez hoy en nuestro país, reconoce que, si bien somos muy chiquitos, lo ve bien y que “algo de aporte estatal hay”.

“Es muy bueno que se esté enseñando en las escuelas. Roselli (presidente de la Federación Uruguaya de Ajedrez), ha trabajado mucho en eso, lo alabo como dirigente. Realmente me gustaría que se ampliara la enseñanza en las escuelas, es algo muy positivo”.

Actualmente Pedro Lamas es alma mater en el Club Trebejos, organizando actividades y campeonatos, es árbitro internacional y atención cada uno a su tablero, que cual director de escuela, hace sonar su campanilla de bronce y terminó el recreo, ya empieza el torneo.
 

http://aconteceres.uy/librero-por-herencia-ajedrecista-por-vocacion/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pedro Lamas un jugador fuertísimo y una de las personas mas queridas en Uruguay.
Un abrazo Diego Griselka