"En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a continuar la lucha con nuevos gritos de guerra y de victoria”. Che Guevara
Google está honrando con un garabato a Lyudmila Rudenko, quien es una jugadora de ajedrez de renombre mundial. También fue economista y nadadora soviética.
Nació en Lubny en la provincia de Poltava de Ucrania, en el entonces Imperio Ruso.
Lyudmila Rudenko comenzó a jugar en torneos de ajedrez en 1925 cuando se mudó a Moscú, y en 1928 ganó el Campeonato Femenino de Moscú.
Luego se mudó a Leningrado, donde conoció y se casó con el científico Lev Davidovich Goldstein, y en 1931 tuvieron un hijo juntos. En Leningrado, en 1929, comenzó a entrenar ajedrez con el maître Piotr Romanovsky y ganó tres veces el Campeonato Femenino de Leningrado. Rudenko llegó a la edad de unos 40 años para conquistar la cima del ajedrez internacional femenino.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Rudenko organizó la evacuación de niños de Leningrado en tren durante el sitio de la ciudad. Ella describirá este hecho como el logro más importante que logró en su vida.
La campeona mundial femenina Vera Menczyk murió en 1944 durante un ataque aéreo, por lo que después de la guerra, en el invierno de 1949-1950, la Federación Internacional de Ajedrez celebró el Campeonato Mundial Femenino de Ajedrez de 1949-1950 en Moscú para determinar la nueva campeona femenina. Dieciséis mujeres de doce países compitieron y las primeras cuatro posiciones fueron ocupadas por cuatro ajedrecistas de la Unión Soviética.
Rudenko (con nueve victorias, una derrota y cinco empates) ganó el título de Campeona Mundial Femenina, que perdió en 1953 en la siguiente ronda del Campeonato Mundial ante Elizaveta Bykova con una puntuación de 6-8 (cinco victorias, siete derrotas y dos empates para Rudenko). Se convirtió en campeona femenina de la URSS en 1952.
El principal logro de su vida, una mujer llamada Lyudmila Rudenko, siempre llamó la salvación de los niños: durante la Gran Guerra Patriótica, milagrosamente logró organizar un tren en el que sacaron a trescientos bebés de Leningrado antes del bloqueo. Sus padres, trabajadores de la fábrica, ya habían sido llevados a Ufa, y luego hubo una especie de confusión, y la evacuación de los niños de los planes simplemente desapareció. Rudenko regresó de Ufa a Leningrado y pudo conseguir un tren para los niños en el último momento. Un poco más y habría sido demasiado tarde.
Durante todo el viaje en tren a Ufa estuvieron acompañados por un adulto que los observaba: la propia Lyudmila. Ella alimentó a trescientos niños, les consiguió agua, los consoló, los ayudó a mantener la higiene, los ocupó con algo. En Ufa, después de haber entregado a sus hijos, enfermó de un ataque de nervios. Ella misma, por cierto, en ese momento tenía un hijo, Volodia, pero ya era grande.
Sin embargo, el nativo de la provincia de Poltava no pasó a la historia por este acto verdaderamente destacado. Ella era una jugadora de ajedrez. Además, la infancia de Lyudmila, a diferencia de las niñas Nona y Maya, no prometía ese futuro: le gustaba mucho nadar. El ajedrez era solo una forma de pasar el tiempo con mi padre. Al crecer, Rudenko se mudó a Odessa y allí se convirtió en campeón local, es decir, en natación, braza, 400 metros. Continuó jugando al ajedrez por diversión.
Solo después de mudarse de Odessa a Moscú a la edad de veintiún años, Lyudmila comenzó a participar en torneos de ajedrez, muy probablemente en nombre del Komsomol. Luego, muchas chicas fueron persuadidas para venir al deporte, independientemente de si sentían inclinaciones en sí mismas. Solo para dar un ejemplo a las chicas talentosas, futuras campeonas reales. Como resultado, Rudenko se convirtió en el campeón de Moscú y, después de otro movimiento, en el campeón de Leningrado. Después de la Victoria, también alcanzó el título de campeona femenina de ajedrez de la URSS. Sin embargo, Rudenko no solo jugaba con mujeres, por lo que en 1950 recibió el título de maestra internacional entre hombres. Tenía su propio estilo reconocible, que se definía con la frase: "improvisaciones atrevidas".
La segunda pasión de Rudenko después del ajedrez fueron los libros. Mantenía correspondencia con los escritores de moda de los años treinta y podía citar de memoria a los poetas de la Edad de Plata. Durante los viajes a las competencias, a menudo molestaba a los ajedrecistas que descansaban con ella en la misma habitación del hotel con su hábito de leer hasta tarde: la luz de la lámpara de mesa estorbaba a los vecinos.
A veces desaparecía fuera de la habitación por la noche, jugaba preferencia. Jugaba maravillosamente, así que usaba cartas para conseguir dinero. Podría ser peligroso, pero el título de campeona la salvó: no es tan vergonzoso para ella perder, es fácil convertir una derrota en una bicicleta, y Lyudmila dejó libremente los juegos de cartas nocturnos con dinero ... Para gastar dinero en la mañana sobre otras chicas que vinieron con ella a la competencia: ¡ella no es la única que presume y compra golosinas para ella! Y para no dormirse por la noche del cansancio de la fiesta, fumaba Belomor, cigarro tras cigarro. ¡Vigoriza!
Jugó al ajedrez incluso a una edad respetable, cuando comenzó a perder la vista y solo veía una parte del tablero. Sin embargo, mostró excelentes resultados en juegos contra atletas.
3 comentarios:
https://www.pagenews.gr/2018/07/27/eidhseis/lyudmila-rudenko-poia-einai-i-gynaika-pou-tima-me-doodle-i-google/
Google está honrando con un garabato a Lyudmila Rudenko, quien es una jugadora de ajedrez de renombre mundial. También fue economista y nadadora soviética.
Nació en Lubny en la provincia de Poltava de Ucrania, en el entonces Imperio Ruso.
Lyudmila Rudenko comenzó a jugar en torneos de ajedrez en 1925 cuando se mudó a Moscú, y en 1928 ganó el Campeonato Femenino de Moscú.
Luego se mudó a Leningrado, donde conoció y se casó con el científico Lev Davidovich Goldstein, y en 1931 tuvieron un hijo juntos. En Leningrado, en 1929, comenzó a entrenar ajedrez con el maître Piotr Romanovsky y ganó tres veces el Campeonato Femenino de Leningrado. Rudenko llegó a la edad de unos 40 años para conquistar la cima del ajedrez internacional femenino.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Rudenko organizó la evacuación de niños de Leningrado en tren durante el sitio de la ciudad. Ella describirá este hecho como el logro más importante que logró en su vida.
La campeona mundial femenina Vera Menczyk murió en 1944 durante un ataque aéreo, por lo que después de la guerra, en el invierno de 1949-1950, la Federación Internacional de Ajedrez celebró el Campeonato Mundial Femenino de Ajedrez de 1949-1950 en Moscú para determinar la nueva campeona femenina. Dieciséis mujeres de doce países compitieron y las primeras cuatro posiciones fueron ocupadas por cuatro ajedrecistas de la Unión Soviética.
Rudenko (con nueve victorias, una derrota y cinco empates) ganó el título de Campeona Mundial Femenina, que perdió en 1953 en la siguiente ronda del Campeonato Mundial ante Elizaveta Bykova con una puntuación de 6-8 (cinco victorias, siete derrotas y dos empates para Rudenko). Se convirtió en campeona femenina de la URSS en 1952.
Másinformación:
https://www.novochag.ru/stars/zvezdnye-istorii/8-realnyh-shahmatnyh-korolev-xx-veka-vse-hody-zapisany/
El principal logro de su vida, una mujer llamada Lyudmila Rudenko, siempre llamó la salvación de los niños: durante la Gran Guerra Patriótica, milagrosamente logró organizar un tren en el que sacaron a trescientos bebés de Leningrado antes del bloqueo. Sus padres, trabajadores de la fábrica, ya habían sido llevados a Ufa, y luego hubo una especie de confusión, y la evacuación de los niños de los planes simplemente desapareció. Rudenko regresó de Ufa a Leningrado y pudo conseguir un tren para los niños en el último momento. Un poco más y habría sido demasiado tarde.
Durante todo el viaje en tren a Ufa estuvieron acompañados por un adulto que los observaba: la propia Lyudmila. Ella alimentó a trescientos niños, les consiguió agua, los consoló, los ayudó a mantener la higiene, los ocupó con algo. En Ufa, después de haber entregado a sus hijos, enfermó de un ataque de nervios. Ella misma, por cierto, en ese momento tenía un hijo, Volodia, pero ya era grande.
Sin embargo, el nativo de la provincia de Poltava no pasó a la historia por este acto verdaderamente destacado. Ella era una jugadora de ajedrez. Además, la infancia de Lyudmila, a diferencia de las niñas Nona y Maya, no prometía ese futuro: le gustaba mucho nadar. El ajedrez era solo una forma de pasar el tiempo con mi padre. Al crecer, Rudenko se mudó a Odessa y allí se convirtió en campeón local, es decir, en natación, braza, 400 metros. Continuó jugando al ajedrez por diversión.
Solo después de mudarse de Odessa a Moscú a la edad de veintiún años, Lyudmila comenzó a participar en torneos de ajedrez, muy probablemente en nombre del Komsomol. Luego, muchas chicas fueron persuadidas para venir al deporte, independientemente de si sentían inclinaciones en sí mismas. Solo para dar un ejemplo a las chicas talentosas, futuras campeonas reales. Como resultado, Rudenko se convirtió en el campeón de Moscú y, después de otro movimiento, en el campeón de Leningrado. Después de la Victoria, también alcanzó el título de campeona femenina de ajedrez de la URSS. Sin embargo, Rudenko no solo jugaba con mujeres, por lo que en 1950 recibió el título de maestra internacional entre hombres. Tenía su propio estilo reconocible, que se definía con la frase: "improvisaciones atrevidas".
La segunda pasión de Rudenko después del ajedrez fueron los libros. Mantenía correspondencia con los escritores de moda de los años treinta y podía citar de memoria a los poetas de la Edad de Plata. Durante los viajes a las competencias, a menudo molestaba a los ajedrecistas que descansaban con ella en la misma habitación del hotel con su hábito de leer hasta tarde: la luz de la lámpara de mesa estorbaba a los vecinos.
A veces desaparecía fuera de la habitación por la noche, jugaba preferencia. Jugaba maravillosamente, así que usaba cartas para conseguir dinero. Podría ser peligroso, pero el título de campeona la salvó: no es tan vergonzoso para ella perder, es fácil convertir una derrota en una bicicleta, y Lyudmila dejó libremente los juegos de cartas nocturnos con dinero ... Para gastar dinero en la mañana sobre otras chicas que vinieron con ella a la competencia: ¡ella no es la única que presume y compra golosinas para ella! Y para no dormirse por la noche del cansancio de la fiesta, fumaba Belomor, cigarro tras cigarro. ¡Vigoriza!
Jugó al ajedrez incluso a una edad respetable, cuando comenzó a perder la vista y solo veía una parte del tablero. Sin embargo, mostró excelentes resultados en juegos contra atletas.
Jugando en Cataluña
https://chess-results.com/tnr9117.aspx?lan=1
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