En la Copa Sinquefield, tomé la decisión profesional sin precedentes de retirarme del torneo después de mi partido de la tercera ronda contra Hans Niemann. Una semana después, durante el Champions Chess Tour, renuncié contra Hans Niemann después de jugar solo un movimiento.
Estoy frustrado. Quiero jugar al ajedrez. Quiero seguir jugando al ajedrez al más alto nivel en los mejores eventos.
Creo que hacer trampa en el ajedrez es un gran problema y una amenaza existencial para el juego. También creo que los organizadores de ajedrez y todos aquellos que se preocupan por la santidad del juego que amamos deberían considerar seriamente aumentar las medidas de seguridad y los métodos de detección de trampas para el ajedrez sobre el tablero.
Cuando Niemann fue invitado en el último minuto a la Copa Sinquefield, consideré seriamente retirarme antes del evento. Finalmente elegí jugar.
Creo que Niemann ha hecho más trampas, y más recientemente de lo que ha admitido públicamente.
Su progreso sobre el tablero ha sido inusual, y a lo largo de nuestro juego en la Copa Sinquefield tuve la impresión de que no estaba tenso o incluso concentrado en el juego en posiciones críticas, mientras me superaba de una manera que creo que solo pocos jugadores pueden hacer. Este juego contribuyó a cambiar mi perspectiva.
Tenemos que hacer algo contra las trampas, por mi parte de ahora en adelante no quiero jugar contra alguien que haya hecho trampa repetidas veces en el pasado, porque no sé lo que serán capaces de hacer en el futuro.
Desafortunadamente, en este momento estoy limitado en lo que puedo decir sin el permiso explícito de Niemann para hablar abiertamente. Hasta ahora solo he podido hablar con mis acciones, y esas acciones han dejado claro que no estoy dispuesto a jugar al ajedrez con Niemann. Espero que salga a la luz la verdad sobre este asunto, sea cual sea.
-Magnus Carlsen
Campeón Mundial de Ajedrez
1 comentario:
Carlsen “cree” que su rival hizo trampas en su partida. No ha mostrado pruebas. El GM Illiescas, que además es experto informático (su profesión antes que se dedicara por entero al ajedrez) analizó el desempeño de Niemann en ese torneo, sin encontrar indicios de uso de módulos. Un tema opinable. Pero sin pruebas, es muy grave lo hecho por Carlsen, éticamente. Y agrego, legalmente: deja servido en bandeja para que abogados norteamericanos le ofrezcan a Niemann entablar una demanda millonaria por calumnias, daños y perjuicios.
Y sobre el final, una frase desconcertante de Carlsen:…” en este momento estoy limitado en lo que puedo decir sin el permiso explícito de Niemann para hablar abiertamente”. ¡!??
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